Ni Rodry en su silla de ruedas; ni el luchador enmascarado más pendiente de su selfie que de la carrera; ni Speedy González en muletas; ni Chespirito con traje antitranspirante; ni el padre empujando la doble carriola de sus hijas; ni el abanderado patriota que diseñó una bicicleta movida con la tracción de sus manos lograron hacerse con el primer lugar de la versión 36 del Maratón de la Ciudad de México 2018. El domingo 26 de agosto todos vieron pasar a su lado, como una centella, al grupo de mujeres etíopes que alcanzaron la meta en tan solo dos horas 40 minutos. Ellos llegaron mucho más tarde que estas atletas de alto nivel. ¿Para qué correr un maratón? Este fotorreportaje de Juan Manuel Martínez Ramírez muestra que cada quién tiene una razón para desafiarse a sí mismo, levantarse a las cinco de la mañana y correr 42 kilómetros.
Edición y texto: Federico Mastrogiovanni y Sergio Rodríguez Blanco