Este trabajo compila fragmentos de rastros que la migración deja en el espacio. A través de un parpadeo de imágenes, el video presenta los objetos y los sitios que participan en la acción del migrante, que se quedan en el espacio como una memoria y evidencian su paso por el territorio.
La sucesión de tomas construye un retrato general de la excepción sobre el espacio, que traduce la presencia de flujos —a través del territorio— en espacialidades y configuraciones físicas que pueden ser efímeras o permanentes.
Los espacios están llenos de mensajes que actúan como “una respuesta física a la intersección de autoridad e inmanencia”,* con lo cual podemos asumir que esta producción espacial no tiene un carácter local y que el ejercicio —que en este caso fue en Tijuana— se podría repetir en cualquier ciudad fronteriza del continente.
*STONER, Toward a Minor Architecture. (Cambridge: MIT Press, 2012), 55.
Esta pieza se gestó en un taller con Arturo Ortiz Struck en el marco de las actividades de la Cátedra de Investigación Cuerpo, diáspora y exclusión.