El beso no es caprichoso, no hace distinciones, no discrimina, consuma su existencia entre los dos que se quieren besar, sin importar su género, su edad, su estrato social. De acuerdo con Emer Maguire, ganador de la entrega de Northern Ireland del Concurso Internacional de Comunicación Científica FameLab, el cerebro se acelera como una locomotora con algunos besos (sobre todo los eróticos). Con los besos, la sensibilidad labial produce un triple coctel natural de hormonas que sacuden el cuerpo: dopamina (que genera euforia, como la cocaína), oxitocina (que fomenta el apego) y serotonina (la hormona de la obsesión). La sociedad mexicana ha naturalizado los besos en público de las parejas heterosexuales, pero no sucede lo mismo con los besos de las parejas del mismo sexo, que todavía pueden provocar comentarios homofóbicos. Este 17 de mayo se cumplieron 28 años desde que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud eliminara la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales y para celebrarlo, alrededor de 300 personas, tanto parejas heterosexuales como del mismo sexo, se reunieron junto a la explanada del Palacio de Bellas Artes para “poner un beso en la boca de la intolerancia”. Aquí la fotogalería:
Líderes de la comunidad LGBTTI convocaron al público en los alrededores del Palacio de Bellas Artes, para reunirse en el kiosco de la Alameda Central. El Besotón estaba a punto de comenzar.Para las 16:00 ya había unas 300 personas en la Alameda, hora prevista para celebrar el Besotón en los diferentes eventos que circularon en redes sociales.Con un poco de timidez por parte de ambas, estas jóvenes por fin consumaron su encuentro con un beso. Las personas que no habían podido fotografiar el momento de esta pareja, les pidieron un segundo beso. Uno de ellos levantó el pulgar para verificar que hubiera salido bien la foto. El primero de muchos besos de esta pareja durante el Besotón.Ana [derecha] y su amiga posaron con una bandera multicolor: “El beso es una libertad expresión. Ya no dejas que te juzgue alguien. Sé tú mismo. Ojalá ya no haya violencia contra nosotras”.Daniel Ramírez Lora [a la izquierda], presidente del Comité Orgullo Iztapalapa, dijo que en esa delegación han encontrado varios obstáculos: “Las delegaciones nos ponen trabas como Comunidad LGBTTI para que no ejerzamos nuestros derechos. Siempre pedimos espacios como plazas públicas, pero siempre nos dicen que ya están ocupados. Los tres años anteriores nos han negado estos espacios”.Erick ofrecía besos de sabores a los demás asistentes y lanzó una consigna en su cartel: “El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Menos fobia. Menos miedo. Más amor. Más besos”.El beso en público se convirtió en símbolo de expresión de libertad.La bandera multicolor no dejó de ondear en el kiosco de la Alameda Central.